Martes, 8 de Agosto de 2006
El plagio como resultado de la falta de imaginación
Un plagio es la copia de algo, sin autorización del dueño o de quién posee los derechos sobre eso, y presentarlo como una obra propia. En Internet, los plagistas se mueven como pez en agua, hasta que llega el dÃa en que se comen un escrache.
La falta de imaginación campea por el barrio, o al menos eso me parece luego de verificar que -en formato tabloide (como si fuera un periódico)- se plagian notas elaboradas por VillaLugano.com (este sitio), sin permiso y sin darnos el crédito por la elaboración de las mismas.
Cuando me veo obligado a escribir sobre estos abusos, suelo mascullar entre dientes: "estas son las cosas que me hacen perder el tiempo", pues prefiero invertir mi energÃa en una forma más creativa. Pero pronto me doy cuenta de que no hay otra persona, más que yo mismo, para decir lo que hay que decir, para dejar en claro que si cualquier publicación escrita utiliza diversos contenidos de VillaLugano.com sin mencionarnos siquiera y, lo que es peor, acreditando la autorÃa de nuestro trabajo a misteriosos -yo presumo, inexistentes- periodistas, simplemente nos plagia.
El hecho fortuito de que lucren con ello -a fin de cuentas- es irrelevante al tema del plagio, aunque constituye un agravante... salvo que la gran cantidad de anuncios publicados en ese periódico sean todos obras de caridad.
VillaLugano.com es el sitio que dirijo, cuya infraestructura mantengo, cuyas notas elaboro, al que programo y diseño dÃa a dÃa para ir mejorando lo que se puede mejorar y corregir lo que deba ser corregido, desde septiembre de 2001.
Como parte de este quehacer, dedico bastante tiempo a personalizar -cuando la noticia lo permite- la información que publico, empezando con un tÃtulo único, luego incluyendo mi propia introducción a la noticia en cuestión, también muchas veces completándola con información complementaria que intuyo será de utilidad para el lector.
El caso puntual que me ocupa llegó por casualidad a mis manos en la tarde-noche de ayer -martes 8 de Agosto-, cuando sin querer me puse a mirar de reojo una publicación de esas que se pueden encontrar en cualquier comercio... que haya publicado un anuncio allÃ. En este caso, la publicación se autotitula "El Mirador".
En general, como siempre me pasa con cualquier publicación donde lo que sobra es la publicidad, miro rápido para ver si hay algo interesante para leer y enseguida lo dejo allà donde lo encontré.
Esta vez, para mi sorpresa, el tÃtulo de tapa que llama mi atención es un texto de mi autorÃa: Pobreza de última generación, la más avanzada en su precariedad, y comienzo a leerla sin poder creerlo, pues decÃa "por Claudio Layus", y no habÃa mención a VillaLugano.com. Conclusión lisa y llana: habÃan plagiado la nota.
Entonces empecé a revisar otras notas allà publicadas y me dà cuenta que otras tres notas habÃan sido tomadas prestadas de VillaLugano.com (¡elemental! digo... ¡copiar y pegar, querido Watson!), mismas que fueron publicadas en el sitio durante el mes de Julio de 2006.
Como toda otra información publicada en el sitio, las noticias, notas y documentos son de libre disponibilidad para la comunidad, pero otra cosa es publicar nuestro contenido -casi intacto- en un medio escrito y afirmar que el autor es otra persona distinta al autor verdadero, que no es ni más ni menos que el que escribió lo que usted ahora lee.
A modo de consejo hacia quien ejerce el oficio de plagista nutriéndose con nuestros contenidos, quiero decir que a las notas publicadas en VillaLugano.com les pueden agregar o sacar alguna palabra, o cambiar un párrafo de lugar, o si les gusta hasta pueden agregarle fotos propias, y luego imprimirlas y darlas a conocer. Lo que no pueden hacer -bajo ningún punto de vista- es dejar de mencionar que la nota fue publicada en VillaLugano.com, principal medio digital de comunicación dedicado a los barrios de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
Pero para no ponernos del todo serios, concluyo aquà con un pequeño toque de humor. Asà que, sentaditos en nuestras butacas, disfrutemos de la cándida caradurez exhibida por los responsables de este pequeño tabloide, quienes en un recuadro intitulado "Staff", nos advierten:
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de este ejemplar sin previa autorización por escrito de la Dirección Editorial. Las ideas expresadas en los artÃculos firmados son propios de sus autores y no reflejan la opinión de "El Mirador".
Pero, ¡por favor! ¡No me hagan reir!.
Hernando Mankus
Fuente: VillaLugano.com.ar