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Concierto de campanas porteñas, el 11 de Septiembre

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Será durante el atardecer del sábado 11 de septiembre, cuando el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires volverá a vibrar en armonía, tal como ocurrió en 2008, al ser penetrada su atmósfera por las melodiosas ondas sonoras de 60 campanas distribuidas en 15 campanarios.

Al igual que en un inmenso auditorio al aire libre, la gente podrá vivir desde las 18:30, y durante 50 minutos, la magia de estar inmersa en un excepcional Concierto de Campanas, dirigido por el musicólogo, instrumentista y compositor español Llorenc Barber. El concierto también se trasmitirá en una pantalla de 5 por 4 metros ubicada frente a la Plaza de Mayo a 2,50 metros de altura.

Las 60 campanas serán ejecutadas a mano por 34 músicos campaneros, además participarán 7 directores de campanario, 1 director de fuegos, 1 director de sirena, 10 percusionistas y 7 campaneros asistentes y habrá invitados especiales como Gillespi que tendrá a cargo la sirena de la Casa de la Cultura, Leo García y Christian Basso de La Portuaria.

El cierre será en el Edificio Siemmens (Presidente Roca 516) con fuegos artificiales y un “tutti finale” con todas las campanas sonando al mismo tiempo. Promediando el concierto sonará con un solo espectacular la vieja e histórica Sirena del ex diario La Prensa, que funcionó en lo que hoy es la Casa de La Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, en avenida de Mayo 575.    

La elección del lugar o radio específico se realizó teniendo en cuenta la cantidad de campanas. De esta manera se invita a escuchar y caminar a la gente por el Casco Histórico sin autos y colectivos y recorrer los campanarios en silencio. Sonarán las antiguas y solemnes campanas San Ignacio de Loyola (Bolívar y Alsina), la parroquia más antigua de la ciudad; las del convento San Francisco (Alsina y Defensa) y sus fantásticas cinco campanas españolas de gran vigor sonoro; las del pequeño Carillón de la Casa de la Cultura (Avenida de Mayo 575, edificio del ex diario La Prensa) con sus claros agudos; la espectacular y vieja campana del Cabildo (Bolívar 65), y las del convento de San Juan Bautista (Alsina 820) colocadas allí desde 1806 y traídas de Francia, donde además se apostará un grupo de percusión de metales.

También se podrá escuchar el espectacular sonido del Carillón más grande de América latina, ubicado en la terraza del cuarto piso de la Legislatura porteña (Perú 160) con sus 30 campanas alemanas que se ejecutan desde un teclado; el Reloj de la Legislatura (Perú 160); la Parroquia San Roque (Bolívar y Defensa), el Palacio Municipal (Bolívar 1), la Basílica de Santo Domingo (Defensa y avenida Belgrano) y la Iglesia de San Miguel Arcángel (Mitre y Suipacha), en cuya única torre tres antiguas campanas serán también acompañadas por percusión de metales.

A raíz de la importancia del acontecimiento, se cortará el tránsito vehicular desde las 15 horas en el radio comprendido por Leandro N. Alem, Paseo Colón, Belgrano, Lima, Cerrito y Corrientes (no se cortará el tránsito en las avenidas, sino en el interior del perímetro señalado). El servicio de subterráneo funcionará normalmente, para que la gente pueda trasladarse.

Habrá cuatro puestos de informes para que la gente consulte y pueda retirar folletería explicativa. Estarán ubicados en la Casa de la Cultura (Avenida de Mayo 575), Diagonal Norte y 9 de Julio, Corrientes y Florida, y Defensa y Belgrano. Y habrá personas recorriendo la zona, entregando la información.

Los "Conciertos de Ciudades" son una obra invención de Barber (nacido en Aielo de Malferit, Valencia, en 1948), el primero de ellos data de 1988 y fue en pequeñas ciudades españolas donde el artista empezó a dar forma a este concepto. Este tipo de evento ya se han realizado ya en mas de 200 ciudades en el mundo, algunas notables como Roma, Londres, Barcelona, Madrid, México, Salzburgo, Berlín, Lisboa, Venecia y Milán.

Este próximo concierto será el tercero en la ciudad de Buenos Aires. El anterior fue el 13 de diciembre de 2008 y tuvo un éxito resonante, ya que asistió una multitud estimada en 125.000 personas. El estreno del concierto de campanas en Buenos Aires se registró a fines de 1998, con un público que superó las 100.000 personas.

Un concierto de campanas se trata de una cantidad de campanas en un radio reducido, libre de tránsito, ejecutadas a mano por músicos campaneros (tañedores), que leen una partitura especialmente escrita por Barber. No se tocan melodías, por el contrario se trata de una obra de vanguardia musical que busca "colores" y "espacialidad" en la música, para una platea móvil (el público), que camina en silencio por las calles de su ciudad escuchando sutilezas, rebotes y grandes "truenos" de metal, producidos por estos fantásticos instrumentos, a su vez las bombas de estruendo y los fuegos artificiales cumplen la función de "percusión aérea" y también siguen una línea de partitura escrita por el director, la vieja Sirena del ex diario La Prensa se luce a mitad de concierto con un "solo" espectacular , y desde los campanarios también bajarán otros sonidos que bajo instrucciones de los "Directores de Campanarios" ejecutan los músicos, tales como pequeños metales y tubos soplados que producen enrarecidos armónicos en el aire.

Esa cantidad de campanas combinadas con fuegos, estruendos, sirenas y demás aditivos sonoros producen infinitas sensaciones en la gente, que además recorre libremente un espacio que le pertenece, libre de motores y sonidos urbanos, por una vez, durante 50 minutos. Las campanas, a través de la historia, han sido la "voz oficial" de las ciudades, para alegrías y tristezas, duelos o casamientos, fiestas, fechas patrias y evento importante que se recuerde, y todos guardamos una "memoria" especial cuando ellas suenan. En 1998, cuando tuvo lugar "Será Buenos Aires" (nombre de la obra) mucha gente se emocionó hasta las lágrimas cuando arremetió el "tutti Finale" espectacular de los últimos 15 minutos, acompañado por fuegos, bombas y sirena. Se trata de un evento extraordinario que combina vanguardia con sentir popular, emoción con riqueza teórica, se trata de escuchar a cielo abierto a las campanas de Buenos Aires

Llorenc Barber ha confeccionado y divulgado una especie de decálogo, en el que ofrece algunos

Consejos de escucha para el concierto

  • Cree a su alrededor un espacio de atención y calma, sólo así podrá atender convenientemente el sonar de los bronces: deje las prisas y los motores apagados.
  • Que nadie espere melodías y ritmos conocidos y banales: es tan sólo un concreto sonar de viejas campanas al aire.
  • Buscar lugares abiertos. Mejor cuanto más alto. Cazar al fresco sonidos lejanos.
  • Muévase y guíese por su oído. Pero tenga en cuenta siempre que cualquiera de las soluciones que escoja esconderá otras igualmente válidas.
  • No es un concierto pasivo sino que cada cual debe construir su itinerario sonoro en busca de ecos, retumbos y repiques, surgidos del combate entre la partitura escrita y la complicada orografía de la ciudad.
  • No es concierto de estruendos y evidencias sino de sutilezas, ecos y melancolías.
  • Nunca se sitúen muy cerca de un campanario. Mejor cuanto más equidistante entre varios puntos sonoros. Acercarse mucho a un solo foco sonoro, le velará los diálogos, los lejos y cerca, los fértiles tropezones del sonar.
  • Tómese su tiempo. Recréese en el goce de lo distinto. Evite espacios de sombra sonora. Provoque su suerte.
  • Abrir de par en par las puertas de la sensibilidad y la memoria.
  • Festejando que somos parte de ella y que del modo en que la queremos, nos pertenece