El área geográfica que hoy constituyen los barrios de Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati pertenecieron al Partido de Flores durante la mayor parte del siglo XIX, que a su vez era parte de la Provincia de Buenos Aires.

Una porción de este territorio se conocía como bañado de Flores y se extendía desde la orilla del Riachuelo hasta la barranca alta del actual Cementerio de Flores, mientras que hacia el sudoeste se prolongaba hasta el Puente de la Noria. Las tierras del bañado eran de propiedad pública y ocupaban, según una mesura de 1880, alrededor de 320 hectáreas de terreno.

Antes del poblamiento de esta zona, sus tierras eran utilizadas para atravesar el vado conocido con el nombre de Paso de la Noria. Este camino era utilizado para el pasaje de hacienda destinada a los corrales viejos. En 1888, la Sociedad de Tierras General Pobladora obtuvo algunos terrenos y la prioridad de regularizar el cauce del Riachuelo en una extensión de 33 Km. Sin embargo, estas obras no se concretaron en ese período, y las transformaciones definitivas se iniciaron recién en 1908, cuando José Soldati fundó el nuevo pueblo Villa Lugano, que evocaba su ciudad natal. Soldati, luego de lotear la chacra que perteneció a la sucesión Cazenave, procedió a realizar remates, que luego permitieron la formación de un paraje de chalets y residencias.

Este primer emplazamiento se localizaba entre las actuales calles Unanué, Murguiondo, Tellier (hoy Lisandro de la Torre) y Somellera. El tendido de los rieles por parte de la Compañía General de Buenos Aires y la inauguración de la estación al año siguiente, consolidaron el nuevo barrio. En 1910 se instaló el primer aeródromo (actual emplazamiento de los barrios Lugano I y II), que le dio cierto dinamismo al barrio.

Además, próximo al aeródromo, el constructor frances Paul Castaibert fabricó los primeros aviones nacionales. La comunicación se realizaba por la actual Av. Coronel Roca, camino de tierra de aquel momento que cruzaba el bañado de Flores desde el Paso de Burgos (actual Puente Alsina) hasta el Paso de la Noria. Este camino fue rellenado por los propios vecinos con las cenizas traídas de las usinas de Nueva Pompeya y Flores.

Por su parte, el barrio de Villa Soldati nació con el loteo de un campo de 12 hectáreas que el mismo José Soldati subdividiera. La localización del nuevo poblado se encontraba próximo a la Av. Roca y la prolongación de la Av. Lafuente. Como en Lugano, el ferrocarril pronto llegaría y serían los ferroviarios los primeros habitantes de la zona.

Esta zona fue históricamente inundable. En los años 1911 y 1913, las inundaciones asolaron la Villa al punto en que parte de la población se tuvo que trasladar a otros parajes. Fue uno de los últimos barrios en recibir la luz eléctrica, utilizándose faroles a kerosén hasta 1931. Además, el medio de transporte más usado, después del tren, era el "breack", o "carro tirado por caballos".

En 1925, Soldati hizo construir casas de materiales (que alquilaba) y un moderno campo deportivo con vestuarios y quincho en la calle Portela, entre Av. Roca y Tabaré, alambrando todo su entorno, lo que podía ser considerado unos de los primeros barrios cerrados realizados en el país.